Tal vez usted haya pensado que el plan redentor terminó con la muerte de Cristo en la cruz. Sin embargo, Jesús mismo puso su ministerio de redención del mundo en las manos de su iglesia. El autor Jesse Miranda enseña que la Gran Comisión dada por Cristo es la autoridad de la iglesia para actuar por Dios. La iglesia no ha quedado sola para llevar adelante la tarea, puesto que Cristo envió a su Espíritu Santo para que fuese nuestro ayudador. Él obra en nosotros y a través nuestro para realizar el plan redentor de Dios.
En esta lección usted descubrirá cómo entró el pecado al mundo y cómo afecta a nuestro mundo hoy. La solución que Dios dio para el problema del pecado fue dar a su Hijo como un sacrificio por nuestros pecados. Y a nosotros se nos ha dado el privilegio de llevar este mensaje de salvación a los que todavía están esclavizados por el pecado.
Hemos estudiado cómo Dios escogió a la iglesia para llevar a cabo su plan redentor. Esta lección nos conducirá a través de tres importantes períodos. Usted verá a Dios actuando por medio de personas como usted y yo, que representan a la iglesia. Encontrará que la historia de la iglesia es una de conflictos y victorias a través de diferentes tiempos.
El Padre está buscando quienes le adoren en verdad. La iglesia es llamada a adorar a Dios. Esto es su ministerio a Dios. La iglesia tiene tres ministerios: hacia Dios, hacia sí misma, y hacia el mundo. En esta lección hablaremos del ministerio de la iglesia hacia Dios: en su adoración, en su sumisión y en su servicio.
Esta lección le ayudará a usted a abrir sus ojos a las necesidades más grandes del mundo. Su visión espiritual viene de Dios. La visión de Dios es la salvación del mundo. Para hacer la tarea de Dios debemos tener la visión de Dios. Ojalá usted pueda ver el mundo como Dios lo ve, y ojalá también responda con un corazón de amor y compasión, como Él lo hizo.
El propósito de esta lección es demostrarle cómo el plan y la acción de Dios se desempeñan a través de usted como persona. Usted ha de caber en el plan de Dios. El mundo lo necesita a usted. La iglesia lo necesita a usted. Pero sobre todo, Dios lo necesita a usted. Él le ha dado una invitación personal para que usted se involucre personalmente en el propósito redentor divino. Usted, como persona redimida, es la llave para el plan de Dios.
En esta lección queremos hablar del acto de ministrar: el acto de comunicación del evangelio. Esta comunicación se hace en tres maneras: hablando, compartiendo y sirviendo. Al estudiar esta lección, piense en la parte que a usted le toca para implementar este ministerio triple de la iglesia de Jesucristo.