Adoración Cristiana
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La adoración a Dios es como una piedra preciosa porque nos enriquece espiritualmente. Y, como joya hermosa, la adoración tiene diferentes facetas. Estudiaremos algunas de las más importantes. A medida que usted practica esas verdades, estará puliendo la joya de adoración. El Espíritu Santo le ayudará para que cada faceta irradie la hermosura y la gloria de Dios.

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Nosotros adoramos a Dios porque El es digno. El ser digno significa "merecer" o "tener un derecho". La Biblia claramente enseña que el Señor tiene derecho al primer lugar en nuestros corazones y vidas.

En esta lección usted estudiará: El gran poder de Dios, la santidad de Dios que infunde reverencia y el amor paternal de Dios.

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En la lección 1 aprendimos que la adoración es confraternidad y comunión con el Señor. Dios nos creó para ello precisamente. Quería compartir su amor con personas que lo amaran. Orar no es difícil. Tal como en las conversaciones terrenales, cuanto más hablamos, más fácil nos es hablar. Mientras más oramos, más fácil nos es orar, expresar nuestro amor en palabras y en adoración.

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Si decimos que amamos a Cristo, nuestros hechos también tienen que mostrar ese amor. En esta lección usted estudiará acerca del servicio total y de actitudes en el servicio.

Esta lección le ayudará a comparar las cualidades de siervo en la vida de Cristo con las de su propia vida, a describir las actitudes necesarias para que el servicio sea un acto de adoración y a apreciar la importancia de adorar a Dios por medio del servicio.

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La música es importante porque puede influir sobre nuestras emociones y aun cambiar nuestro modo de actuar. Si la música se usa de manera indebida, puede convertirse en fuerza de maldad. Si se usa para bien puede producir paz y armonía, llevarnos hacia Dios. El propósito supremo de la música consiste en adorar y glorificar al Señor.

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Así como el universo estaría en un caos absoluto sin el gobierno y las leyes de Dios, nuestras vidas internas no pueden estar en orden si no somos guiados por las normas que El ha establecido. A estas normas internas se le llama el gobierno moral de Dios. Son pasos espirituales o condiciones que se deben cumplir para agradar a Dios. Por ejemplo, nadie puede ser salvo si no se ha arrepentido ni ha aceptado a Cristo.

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La habilidad de hacer algo se logra con la práctica. Nadie puede aprender a tocar la guitarra sin ensayar. Y nadie puede aprender a adorar sin hacerlo.

El propósito de esta lección no consiste en decirle cómo tiene usted que adorar, sino en compartir lo que otros creyentes han aprendido sobre la adoración. Algunos de estos creyentes vivieron en la era bíblica; otros viven hoy en día. A medida que usted practica lo que va aprendiendo, ayudará a otros también.

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El efecto o resultado de adorar a Dios impacta la vida. Es un buen ensayo, considerando que en la eternidad la adoración a Dios ocupa un lugar de preeminencia. Es un acto espiritual de reconocimiento, de amor y de entrega total. Con el transcurso del tiempo, adorar a Dios se torna en algo esencial. Primero aprendemos los fundamentos para luego permitir que se convierta en un ingrediente natural de la vida, el cual inunda todo nuestro ser.

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